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Santísimo Cristo de la Agonía

Desde la fundación de la cofradía de las Siete Palabras de Jesús en la Cruz, la imagen titular de esta ha sido el Santísimo Cristo de la Agonía, más conocido como Cristo de los Balderas expuesto al culto en la iglesia de San Marcelo.

No obstante para hablar de los orígenes del magnífico crucificado debemos remontarnos al año 1631 cuando la obra fuera encargada por D. Antonio Balderas para presidir la capilla de San Marcelo que lleva el nombre de la familia y donde actualmente descansan los restos de su mujer, María Flórez, y de su mayordomo.

Para la realización de la obra D. Antonio confía en un escultor afincado en Valladolid y que con el paso de los años se convertiría en uno de los escultores referentes, Gregorio Fernández. La gubia de Gregorio talló una imagen de seis pies de alto, pintada por Diego Valentín Díaz, cuyo coste ascendió a un total de 255 ducados.

La imagen procesiona por primera vez, y de forma excepcional, el Miércoles Santo de 1940 en la Procesión del Silencio que organizan los Padres Capuchinos. Trascurren 17 años hasta que la imagen procesiona nuevamente, está vez son los hermanos de la Cofradía de Jesús Nazareno quienes en 1957 lo incorporan a su cortejo procesional en la mañana del Viernes Santo bajo la advocación de Cristo de la Agonía.

Con la fundación de la Cofradía de las Siete Palabras en el año 1962 la imagen procesiona de forma compartida entre las dos penitenciales, Jesús Nazareno desfila en la mañana del Viernes Santo y a continuación son las Siete Palabras quienes procesionan la imagen durante la tarde del mismo día representando la…

Séptima Palabra

Padre, en tus manos encomiendo mi espíritu”.

Es en 1968 cuando podemos ver el crucificado de Gregorio Fernández por última vez en las calles de León, ya que las jerarquías eclesiásticas prohíben la salida de la imagen apelando a su mal estado de conservación.

La Cofradía de las Siete Palabras decide encargar una copia de la talla confiando en un escultor leones llamado Amado Fernández. El obispado da el beneplácito para la consecución de la copia llegando incluso a entregar un donativo para pagar la misma.

La obra de Amado procesiona por primera vez en 1969 y supera todas las expectativas de la cofradía ya que es una copia a punto de talla casi idéntica.

Es tal el grado de perfección de la talla que un catedrático de arte experto en la obra de Gregorio Fernández aseguró estar viendo una obra del artista cuando vio la procesión de las Siete Palabras, y no fue posible sacarle de su error hasta que no estuvo delante del original en la capilla de San Marcelo donde pudo apreciar la marca de la corona de espinas que Gregorio empleaba como firma y que Amado se negó a copiar.

El Cristo de los Balderas ha permanecido en San Marcelo desde 1968 hasta el 2003 año en que abandono la parroquia durante unos meses para su restauración y para, posteriormente, formar parte de las Edades del Hombre de Segovia.

Actualmente el original de Gregorio Fernández sigue en la parroquia de San Marcelo presidiendo la capilla para la que fue encargado, recibiendo culto y cariño de las cientos de personas que lo visitan a diario.

Daniel Agustín Bertólez

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